martes, 9 de junio de 2015

Tareas gramaticales: reflexión y prácticas en un enfoque comunicativo experiencial

En este módulo hemos aprendido que enseñar gramática también es importante, básicamente porque los estudios demuestran que, para aprender algo, es necesario, haberlo apercibido antes, pero la pregunta es: ¿cómo alcanzar la atención de los estudiantes para el aprendizaje de estructuras gramaticales?
Como ya dijimos, incluso las tareas gramaticales, han de tener un sentido para el estudiante, responder a unas necesidades. Se propone enseñar la gramática de forma inductiva, es decir, de modo que el estudiante infiera las reglas gramaticales, sin desviar la atención de la práctica comunicativa, sin estar desligada de ella, pero siempre y cuando se trata de algo simple. Sin embargo, estudios demuestran también que, en el caso de una práctica gramatical más complicada, sí será necesario hacer un alto en la comunicación para dar una serie de reglas.

Entoces, ¿a qué debemos dar prioridad? Hemos aprendido que hemos de enseñar, básicamente, aquello que no se aprendería sin la ayuda de explicaciones y del profesor, aquello que el alumno no aprendería por sí solo, aquello que no aprendería de forma inductiva.

Otra respuesta resuelta gracias a este módulo es: ¿deberíamos corregir errores?, y, en caso afirmativo, ¿cuáles? La respuesta es sencilla: sólo corregiremos aquello que se haya enseñado con anterioridad. También aquellos que se repitan o que sean fundamentales para una aceptable comunicación. La corrección de todos los errores puede llevar a la frustración y, por tanto, a la no-comunicación del alumno. Así pues, será necesario también tener en cuenta las particularidades del alumno y de la clase.

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